El Vendedor de Fragancias Invisibles

 

Había una vez un hombre llamado *Don Cosme, aunque todos en el barrio lo conocían como "El Vende Sueños". Don Cosme tenía un don peculiar: podía convencer a cualquiera de comprar algo que no existía. Su último gran invento fue su "Rotación Semanal de Fragancias Invisibles".  

—"Señora, ¿usted sabe por qué la gente siempre huele igual? ¡Porque no tienen variedad! Pero yo le traigo la solución: siete frascos de esencias únicas, una para cada día de la semana."  

Los frascos, por supuesto, estaban vacíos. Pero Don Cosme los agitaba con tanta elegancia y los describía con tanto detalle que la gente casi podía *olerlos.  

—*"El lunes es 'Brisa de Monte Fresco', para empezar la semana con energía. El martes, 'Seducción Nocturna', un aroma misterioso... ¡como el futuro de su suegra! Miércoles: 'Éxtasis de Vainilla Irreal', porque a mitad de semana todos merecemos un dulce escape." 

La gente asentía, hipnotizada por sus palabras. Incluso el dueño de la perfumería de la esquina, don Ramón, le preguntó una vez:  

—*"Oye, Cosme, ¿y cómo es que tus perfumes no se acaban nunca?"  

—*"¡Ah, amigo mío! Es que son *fragancias atemporales, como el amor de una madre... o como la deuda que tienes conmigo desde la semana pasada."  

Don Cosme vivía de sus ventas imaginarias, hasta que un día, una mujer llamada *Doña Clarita, famosa por su incredulidad, lo desafió:  

—*"Si tus perfumes son tan buenos, ¿por qué no te pruebas un poco?"  

Don Cosme, sin perder la compostura, abrió un frasco imaginario y se roció el aire con solemnidad.  

—*"Ahhh... 'Audacia de Limón Fantasma'. ¿No lo hueles?"  

—*"No."  

—*"Claro que no... porque esta fragancia es *exclusiva para mentes sofisticadas. Tú, querida, necesitas el *kit de iniciación... que casualmente tengo en promoción hoy."  

Y así, una vez más, *El Vende Sueños* salió victorioso, dejando tras de sí un rastro de clientes satisfechos... y bolsillos más ligeros.  

Moraleja: mejor perfume es el que te venden con palabras, pero el más caro es el que nunca existe.

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